Introducción
Desde hace varios años tengo la certeza de que a la metodología la han vestido con El traje de emperador; cubierta con un lenguaje abstracto, con diversas nomenclaturas, clasificaciones arbitrarias, términos filosóficos que llevan por caminos densos y confusos al aprendiz de investigador.
Tenemos suerte si quien se inicia en la investigación no se vuelve aprendiz de brujo desatando fuerzas que no pueda controlar.
De una vez y para siempre dejamos constancia de que la metodología se puede aprender, está al alcance de todos y puede ser hasta divertida, quitémosle la sobriedad y penetremos a ese mundo.
Te invito a vivir una aventura. La puedes hacer tan divertida como quieras, pero también aburrida, entonces ten cuidado, porque no aprenderás y te sentirás incómodo. La recomendación es que pienses en la eterna e innata curiosidad que tenemos como seres humanos, todo nos interesa —o nos debe interesar— todo queremos saber, qué pasaría si... qué pasa si... Aprovecha esa inquietud y lánzate a la aventura. Te vamos a decir cuáles son los caminos más cortos y cuáles son las maneras en que puedes hacerlo ordenada y sistemáticamente.
En la medida que te adentres al texto debes estar alerta ante algunos aspectos:
El vocabulario, si alguna palabra no la entiendes búscala de inmediato —no dejes para mañana lo que puedas aprender hoy— o pregunta su significado a quien más confianza le tengas.
Detecta tus hoyos negros o lagunas de conocimiento, algunos temas los has estudiado en otras asignaturas y en otros momentos escolares, si no es así, procura estudiarlos —revisa tus libros anteriores, busca en otros, abre Wikipedia, pero por ningún motivo permitas vacíos de comprensión (o lo haces ahora, o los tendrás para siempre).
Evita el memorismo, no te aprendas de memoria las definiciones o explicaciones. Privilegia la comprensión de lo que estás estudiando.
Aquí no hay recetas, debes entender las causas de los procedimientos que se exponen, tener tu propio estilo para aplicar las técnicas y métodos de investigación.
Por último, recuerda que como profesional y como científico tienes un compromiso social: la ciencia debe estar al servicio de la humanidad.
Tienes que estar cociente de que todo está cambiando a gran velocidad, desde la manera de conocer hasta la manera de investigar; tienes que estar atento a estos cambios, de lo contrario, no podrás entender el mundo que te rodea y los fenómenos que van a impactar tu vida personal y profesional.
Dra. Guillermina Baena Paz
Enlace para descargar el libro: https://drive.google.com/file/d/17w3B3i0ANyUkBBd53rjsFUE2rO7vQLWU/view?usp=sharing
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